Cambia tu expresión facial
Los músculos de tu rostro funcionan como torniquetes, facilitando o disminuyendo el paso de la sangre hacia la zona frontal de tu cerebro.
Si tus tensiones, frustraciones o amarguras se ven reflejadas en la rigidez de tu rostro, el flujo sanguíneo y el nivel de oxígeno que le llega a tu cerebro se ve reducido.
Al sonreír, los 32 músculos de tu cara bombean un mayor nivel de oxígeno a los lóbulos centrales. Esto estimula la secreción de endorfinas, hormonas neuronales que inducen estados de placer los cuales comienzan a contrarrestar patrones de depresión, tristeza, apatía, rabia.
Imagínate: ¡¡Prozac gratis!! Y con un maravilloso efecto secundario: otros te devolverán sus sonrisas al verte.
Así que la prescripción es simple: ríete más a menudo. Incluso, puedes probar hacer morisquetas para intensificar tus dosis de endorfinas; todas las distorsiones del rostro posibles en 30 segundos, como una mini-sesión de aeróbicos faciales.
¿Qué tal si, por los próximos 15 segundos haces todas las morisquetas de las que seas capaz?
Listo… ¡¡¡YA!!!